lunes, 30 de mayo de 2011

Budismo





Historia

Véase también: Historia del budismo
El budismo se desarrolló a partir de las enseñanzas difundidas por su fundador Siddhartha Gautama, alrededor del siglo V a. C. en el noreste de la India. Inició una rápida expansión hasta llegar a ser la religión predominante en India en el siglo III a. C. En este siglo, el emperador indio Asoka la hace religión oficial de su enorme imperio, mandando embajadas de monjes budistas a todo el mundo conocido entonces. No será hasta el siglo VII EC cuando iniciará su declive en su tierra de origen, aunque para entonces ya se habría expandido a muchos territorios. En el siglo XIII había llegado a su casi completa desaparición de la India pero se había propagado con éxito por la mayoría del continente asiático.[7]
El budismo ha ayudado en la difusión del lenguaje,[8] [9] y la adopción de valores humanistas y universalistas. Es por tanto una filosofía importante en Asia porque su práctica ha logrado expandirse a la totalidad de sus países. Desde el siglo pasado se ha expandido también por el resto del mundo. Al carecer de una deidad suprema pero mostrar a la vez su carácter salvífico y universalista, ha sido descrita también como fenómeno transcultural,[10] filosofía,[11] o método de trasformación.[12]
El budismo es en número de seguidores una de las grandes religiones del planeta.[13] Contiene una gran variedad de escuelas, doctrinas y prácticas que históricamente se han clasificado en budismo Theravāda, Mahāyāna y Vajrayāna.[14]

[editar] Buda Gautama

Artículo principal: Buda Gautama
Buda Gautama.
Hay certeza histórica y científica sobre la existencia del Buda Gautama, originalmente llamado Siddharta Gautama y conocido después también como Śākyamuni o Tathāgata.[15] Se sabe que provenía de la segunda casta hindú, la kṣatriya, compuesta de guerreros y nobles. No obstante, algunos estudiosos como Andreu Bareau afirman que no es posible saber con exactitud si era un príncipe o un noble.
La vida y enseñanzas de Gautama se transmitieron de manera oral hasta la primera compilación escrita del budismo, llamada el Canon Pāḷi, donde los hechos de su vida aparecen de manera dispersa. Pero no existirá una compilación biográfica completa hasta bastantes siglos después, siendo la más reconocida la del maestro y erudito indio Aśvaghoṣa[16] que vivió en el siglo I de Nuestra Era.
Los relatos sobre la vida de Siddhārtha están mezclados con mito, leyenda y simbolismo. Más allá de su simple interés biográfico, estas historias son vistas como una guía para la vida de sus seguidores, en la que los diferentes episodios clave constituyen metáforas de los procesos de crisis y búsqueda espiritual del ser humano. Además de la recopilación sobre su vida como Siddhārtha, existen también relatos sobre sus vidas previas llamadas jatakas. En estos relatos Buda aparece como un bodhisattva; alguien que atraviesa obstáculos a través de varias vidas en el camino hacia el Nirvāna.
Según la tradición, Los Cuatro Encuentros fueron una de las primeras contemplaciones de Siddhārtha. A pesar de las precauciones de su padre, alcanzó a salir del palacio en cuatro ocasiones en las que vio por primera vez en su vida a un anciano, a un enfermo, a un cadáver y por último a un asceta, realidades que desconocía personalmente.
A los 29 años, después de contemplar los cuatro encuentros, decidió iniciar una búsqueda personal para investigar el problema del sufrimiento. A esta decisión se le llama La Gran Renuncia. Se unió al entonces numeroso y heterogéneo movimiento hindú de los sramanas (‘vagabundos religiosos mendicantes’), renunciando a todos sus bienes, herencia y a su posición social, para seguir prácticas religiosas y ascéticas.

[editar] Nirvana de Siddhārtha

El Loto es el símbolo del Despertar; el florecimiento del loto representa al momento del Nirvāna.
Siddharta se dio cuenta, después de casi morir de hambre a causa de un estricto ascetismo, que la moderación entre los extremos de la mortificación y la indulgencia lograba incrementar sus energías, su lucidez, y su meditación. Con este hallazgo, que llamó Camino medio, comió algo y se sentó bajo una higuera Bodhi, una especie sagrada en la India, con la promesa de no levantarse hasta hallar la solución al sufrimiento y ser un Buda. Esto ocurrió en la localidad de Bodhgaya, cerca de Benarés, que actualmente es un sitio sagrado de peregrinación budista.
Siddharta atravesó distintas etapas de meditación. En la primera parte de la noche logró el conocimiento de sus existencias anteriores (pubbe nivasanussati ñana), durante la segunda parte de la noche alcanzó el conocimiento de ver seres morir y renacer de acuerdo con la naturaleza de sus acciones (cutupapata ñana) y durante la última parte de la noche purificó su mente (asavakkhaya ñana) y tuvo un entendimiento directo de las Cuatro Nobles Verdades (cattari ariya-saccani).
Como última prueba se presentó Mara (la tendencia a la maldad en seres samsáricos, a veces interpretado como demonio), quien hizo una serie de tentaciones. Sin embargo, Sidarta no cayó en estas tentaciones, con lo que logró ser libre del aferramiento a las pasiones pero sin represión de estas (destruyendo las cadenas del samsara).
Al final, conoció que había logrado un estado definitivo de "no-retorno" al que se llama Nirvāņa, que significa ‘cese (del sufrimiento)’ pero que no es posible describir claramente con lenguaje. En ese momento dijo "hecho está lo que debía hacerse". Tras alcanzar la iluminación, dedicó su vida a propagar sus enseñanzas en el norte de la India.
El despertar de Gautama es el punto de partida histórico del budismo, y parte de la enseñanza de que alcanzar el Nirvana es posible; todos los seres humanos tienen el potencial de lograr un cese del sufrimiento y comprender la naturaleza del bodhi.

Judios

El pueblo judío es un grupo étnico descendiente de los antiguos israelitas del Oriente Próximo. La religión constituye, por tanto, un aspecto de la pertenencia étnica al pueblo judío, así también como prácticas culturales, sociales, lingüísticas, etc. La definición precisa de judío es controvertida y puede variar dependiendo de que se haga mayor énfasis en la identidad religiosa o en la secular (étnica y sociológica).
Los judíos han sufrido una larga historia de persecución en diferentes lugares y su población ha ido variando a lo largo de los siglos. Hoy en día, la mayoría de las autoridades estiman que la actual población judía mundial oscila entre los 12 y los 15 millones,[5] la mayoría de ellos residentes en Estados Unidos e Israel.

Etimología

El término judío (hebreo: יהודי / Yehudi) procede de Judá (o Yehuda, en hebreo, quien era uno de los hijos del patriarca bíblico Jacob). Judá (o su variante griega Judea) designaba también a una entidad política que existió en la región oriental del Mediterráneo, al menos desde mil años antes de la Era Común y hasta un siglo después. Los habitantes de Judea eran los judíos, término que luego fue ampliándose también a los que habían emigrado desde Judea y a sus descendientes. En castellano, el término judío procede del latín judaeus, a su vez derivado del griego Ioudaios (Ἰουδαῖος). Existe equivalencia etimológica en otras lenguas; por ejemplo, Jude en alemán, juif en francés, jueu en catalán, Jew en inglés, xudeu en gallego, chodigo en aragonés, jøde en danés, zsidó en húngaro, etc.
La palabra Judío ('Alaba al Eterno') no aparece en la Torah (los 5 libros de Moshéh), sino que viene a aparecer en el resto de los libros del Tanaj; esto no significa que la palabra Iehudi/Judío ('Alaba al Eterno') sea peyorativa frente a la palabra Ivri/Hebreo.

[editar] Judíos y judaísmo

Hasta el siglo XVIII, los vocablos judíos y judaísmo eran prácticamente sinónimos. Sin embargo, la llegada de la Haskalá (ilustración judía) supuso un cambio radical en la mentalidad de muchos judíos que se vieron a sí mismos como miembros de un mismo pueblo, pero separados de la tradicional adhesión a la fe judaica.
Ana Frank era judía. Su diario relata la historia de su vida en Ámsterdam durante la persecución a los judíos en la Segunda Guerra Mundial. Murió en el Holocausto.

[editar] Identidad judía

Generalmente, el uso del término judío se utiliza para referirse a tres grupos: aquellos que tienen orígenes étnicos judíos, aquellos que practican el judaísmo y aquellos que se identifican como tales por su identificación cultural e histórica. La halajá, la ley judía, da otra definición de la identidad judía. De acuerdo con la legislación judía, judío es aquel que: a) es hijo de madre judía (ley que deriva del pasaje de Deuteronomio 7:1-5)[6] o b) aquella persona que se convierte formalmente al judaísmo bajo la supervisión halájica de un reconocido Bet Din (corte judía) presidida por tres dayanim (jueces). Este proceso de conversión está desarrollado en textos legales judíos, tales como el Talmud, el Shulján Aruj y las interpretaciones de la ortodoxia rabínica.
Pero además de esa definición ortodoxa existen otras definiciones, como las de las corrientes reformistas, reconstruccionistas y liberales, que afirman que es judío aquel que tiene un padre judío (en el sentido genérico, es decir, un padre o una madre). El humanismo judío afirma que es judío "quien se siente judío" sin importar si tiene ascendencia judía o si hace una conversión religiosa.

[editar] Por conversión

Si bien el judaísmo no fomenta la conversión y a lo largo de la historia no se conocen casos en donde el pueblo judío haya sometido a otro a convertirse, el mismo está contemplado. Para hacerlo es necesario tener un estudio amplio sobre la Torá, capacitado por un Moré (Maestro). Los filtros para la conversión al judaísmo, si bien varían según las distintas corrientes, suelen ser muy exigentes, puesto que se busca por parte de los rabinos que la conversión sea sincera y sin motivaciones ulteriores.
En el pasado hubo ejemplos de conversiones en masa al judaísmo, como es el caso del pueblo de Samaria, que sin ser descendientes de Jacob en un sentido físico abrazaron el judaísmo aunque nunca perdieron del todo sus creencias y costumbres, por lo cual los judíos de Jerusalén nunca los vieron con total agrado. Otro caso de conversión en masa es la de los jinetes partos.

[editar] Pérdida de la condición de judío

En cuanto a la pérdida del judaísmo, acorde con la ley judía (Halajá), no existe modo de perder el judaísmo. Quien nace judío o se convierte, no pierde su condición de judío incluso después de cometer uno de los tres peores pecados: paganismo, asesinato o aberraciones sexuales. A pesar de esto la ley judía utilizó otra arma contra pecadores de mayor escala: el expulsar de la comunidad (“El Herem” o “El Nidui”). El poder de separar de la comunidad se remonta a las primeras épocas bíblicas, pero se empezó a usar en forma sistemática durante la época talmúdica en el Segundo Templo de Jerusalen, y se continuó su uso durante la era moderna. Baruch Spinoza, Uriel da Costa o Rabeinu Tam son algunos de los judíos más importantes que fueron depurados. Marx y Freud vivieron algo parecido. Cabe acotar que, de acuerdo con la ley judía, existen caminos para ser aceptado nuevamente en la comunidad, y esto marca el hecho de que, según ésta, no existe pérdida de la judeidad.

Los musulmanes

El islam (en árabe الإسلام, al-Islām ▶/i) es una religión monoteísta abrahámica cuyo dogma se basa en el libro del Corán, el cual establece como premisa fundamental para sus creyentes que «No hay más Dios que Alá[1] y que Mahoma es el mensajero de Alá».[2] La palabra árabe Allah, castellanizada como Alá, significa ‘Dios’ y su etimología es la misma de la palabra semítica El, con la que se nombra a Dios en la Biblia. Los eruditos islámicos definen al islam como: «La sumisión a Dios el Altísimo a través del monoteísmo, la obediencia y el abandono de la idolatría».[3] El libro sagrado del islam es el Corán,[4] dictado por Alá a Mahoma a través de Yibril (el arcángel Gabriel). Los seguidores del islam se denominan musulmanes (del árabe muslim مسلم, 'que se somete'). Atestiguan que Mahoma es el último de los profetas enviados por Dios y sello de la Profecía.[5]
Se aceptan como profetas principalmente (pero no limitándose) a Adán, Noé, Abraham, Moisés, Salomón y Jesús. Además del Corán, los musulmanes de tradición sunita siguen asimismo los hadices y la sunna del profeta Mahoma, que conforman el Registro histórico de las acciones y las enseñanzas del Profeta. Se aceptan también como libros sagrados la Torá (el Antiguo Testamento de los cristianos), los Libros de Salomón y los Evangelios (el Nuevo Testamento).
El islam es una religión abrahámica monoteísta que adora exclusivamente a Alá sin copartícipes. Se estima que hay en la actualidad entre 1.000 y 1.200 millones de musulmanes en el mundo. Según el Vaticano, el islam (conjuntamente con todas sus ramificaciones) es la religión más extendida del mundo, ya que recientemente ha superado el número de católicos,[6] y la segunda religión del mundo si se suma el número de fieles de las distintas confesiones del cristianismo.
El islam se inició con la predicación de Mahoma en el año 622 en La Meca (en la actual Arabia Saudita). Bajo el liderazgo de Mahoma y sus sucesores, el islam se extendió rápidamente. Existe discrepancia entre los musulmanes y no musulmanes de si se extendió por imposición religiosa o militar, o por conversión de los pueblos al islam.
la media luna





























Los mormones

El Movimiento de los Santos de los Últimos Días está compuesto por personas restauracionistas que aceptan las enseñanzas de Cristo, que fueron restauradas por el profeta Joseph Smith. Se llaman a sí mismos cristianos. Creen en la Biblia y el Libro de Mormón.

Aproximadamente el 98% de los adherentes al movimiento SUD son miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, por lo cual normalmente cuando se usa el término mormones, es para referirse a sus miembros, aunque el nombre correcto para los miembros de la iglesia es "Santos", el término que se utiliza como Mormones es por su creencia y su fe en el Libro de Mormon.[1] Los aspectos culturales, religiosos e ideológicos de esa Iglesia y muy rara vez los demás grupos del movimiento, son conocidos generalmente como el mormonismo. El sitio de internet mormon.org y sus otros dominios, por ejemplo, son propiedad de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.[2] En 2004 la iglesia con sede en Salt Lake City, consiguió con éxito registrar el término Book of Mormon en inglés en EE. UU.[3]

[editar] Breve historia

De acuerdo con esta tradición religiosa, después de la crucifixión de Jesucristo y de la muerte de sus apóstoles, y ante la persecución y la hostilidad organizadas provenientes dentro del pagano Imperio romano, la iglesia que Cristo había establecido rápidamente comenzó a cambiar; y, para el siglo cuatro, poco se asemejaba a la Iglesia original de Cristo. Con la pérdida de la aprobación divina y de la autoridad de la Iglesia, siguió un largo período de lo considerado por los mormones como "la gran apostasía". (La apostasía es un periodo de tiempo en el cual se pierde en parte o por completo todas las verdades del evangelio de Dios y Jesucristo, como por ejemplo, la falta de revelación de Dios hacia los hombres.)
Los mormones afirman que, en la primavera de 1820, en el otro lado del mundo, Dios el Padre y su Hijo, Jesucristo se aparecieron a un joven de 14 años llamado Joseph Smith, lo que puso en marcha los acontecimientos que llevaron a la "Restauración" de la antigua Iglesia de Jesucristo en la tierra.
Joseph Smith nació en 1805, en Sharon, Vermont, situado en el noreste de los Estados Unidos. Más tarde se mudó con su familia a la comunidad rural de Palmyra, Nueva York, donde, en 1820, se había producido un despertar religioso. Confundido por las afirmaciones conflictivas de las diversas religiones, Joseph acudió a la Biblia en procura de guía, y allí encontró un desafío: el de "preguntarle a Dios" por sí mismo (véase en Santiago 1:5).
Los mormones afirman que, en un bosque cerca de la granja familiar, José se arrodilló a orar y, allí, en ese lugar apartado, Dios y su hijo Jesucristo se le aparecieron al joven y le dieron instrucciones. Se le mandó que no se uniera a ninguna de las iglesias que existían y se le dijo que Dios restauraría a la tierra la Iglesia que organizó originalmente Jesucristo con todas sus verdades y la autoridad del sacerdocio. Diez años más tarde, después de una serie de revelaciones y de apariciones a Joseph Smith y a otras personas, la Iglesia de Cristo (el nombre evolucionó durante la vida de Smith) se organizó oficialmente el 6 de abril de 1830, en Fayette, Nueva York.

[editar] Primera visión

La Primera Visión, vidriera de 1913, de artista desconocido.
Artículo principal: Primera Visión
A lo largo de su vida, Joseph Smith compartió y subsecuentemente escribió en repetidas ocasiones sobre una experiencia en su juventud, en la que vio a Dios el Padre y Jesucristo, como seres separados, quienes le informaron que la verdadera iglesia se hallaba perdida y sería restaurada por medio de él, y que se le daría autoridad para organizar y liderar la verdadera Iglesia de Cristo. Smith y Cowdery afirman que los ángeles Juan el Bautista, Pedro, Santiago y el apóstol Juan los visitaron en 1829 dándoles autoridad para restablecer la Iglesia de Cristo.[4]
La primera de estas visiones fue precedida por lo que Smith describió como una confusión doctrinal predicada por varias iglesias, lo cual le llevó a recurrir a la Biblia en busca de una mejor respuesta. Algunas visiones y visitas de seres celestiales (entre ellos, Dios el Padre y su hijo Jesucristo) sucedieron más adelante, en las cuales afirmó haber recibido instrucciones para restaurar la verdadera Iglesia de Jesucristo. Esta Iglesia, de acuerdo con la teología del movimiento, habría desaparecido siglos atrás en medio de la apostasía.
La primera visión habría ocurrido cuando, siendo un joven de catorce años, decidió preguntarle a Dios cuál era la iglesia verdadera.[5] En su autobiografía, Joseph Smith describe la visita de dos seres divinos con las siguientes palabras:
[...] Vi una columna de luz, más brillante que el sol, directamente sobre mi cabeza; y esta luz gradualmente descendió hasta descansar sobre mí... Al reposar sobre mí la luz, vi en el aire sobre mí a dos Personajes, cuyo fulgor y gloria no admiten descripción. Uno de ellos me habló, llamándome por mi nombre, y dijo, señalando al otro: Éste es mi Hijo Amado ¡Escúchalo![6]

[editar] Organización oficial

Este movimiento empezó con un pequeño número de creyentes en pueblos del oeste de Nueva York: Fayette, Manchester y Colesville, llamándose "Iglesia de Cristo". La iglesia se organizó el 6 de abril de 1830 como institución legal bajo el nombre de Iglesia de Cristo. Ya para 1834, las publicaciones iniciales de la iglesia la refería como la "Iglesia de los Santos de los Últimos Días",[7] y en 1838 Joseph Smith anunció que había recibido de Dios una revelación en la que oficialmente se cambiaría el nombre a La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.[8]

[editar] El Libro de Mormón

Artículo principal: El Libro de Mormón
En las siguientes visiones se le habría indicado a Joseph Smith dónde encontrar unos antiguos registros escritos sobre planchas de oro, que contenían un compendio histórico de la "América antigua". En tal compendio se afirmaba que un profeta llamado Mormón había resumido, hacia el año 344, los registros de los descendientes de un grupo de inmigrantes provenientes del reino de Israel que habían llegado navegando hasta América 600 años antes de Cristo y que habían dado origen en parte a los pobladores amerindios encontrados allí por los colonizadores posteriores.
Smith dijo que Moroni, hijo de Mormón, escondió posteriormente las planchas en una colina, actualmente conocida como cerro Cumorah, en el Estado de Nueva York, y añadió que en 1823, el propio Moroni, en forma de ángel, se le apareció para decirle dónde estaban escondidas las planchas y que Dios quería que las tradujese. El libro incluye, también, el relato referente a la visita que Jesús de Nazaret habría realizado al continente americano después de su resurrección. El libro se publicó por primera vez como el Libro de Mormón en 1830 en inglés y hacia 1886 en español.[9] [4]

[editar] Disensión

Para fines de la década de 1830, William Law y otros Santos de los Últimos Días en puestos de liderazgo, acusaron públicamente a Joseph Smith de ser un falso profeta, dando como resultado una disensión en la iglesia. Muchas de estas personas luego volvieron a la iglesia aún bajo el liderazgo de Joseph Smith. Otros formaron nuevas iglesias alrededor de otros líderes.
Después del asesinato de Joseph Smith a manos de un populacho en Carthage, Illinois, algunos miembros con prominencia en la iglesia sostenían ser el sucesor legítimo de Smith, dando como resultado una crisis de sucesión, gran parte del Quäorum de los Doce Apóstoles de la iglesia por revelación divina llamaron como Profeta a Brigham Young; mientras que varios grupos apostataron y se dividieron creando así sus iglesias basadas en sus propias creencias. La crisis resultó en varias discenciones permanentes y confusión, así como en la ocasional formación de denominaciones religiosas, algunas de las cuales han dejado de existir.
Hoy existen muchas organizaciones pequeñas de las ya mencionadas disensiones que se consideran como parte del movimiento de los Santos de los Últimos Días, a pesar de que en la mayoría de los casos no se reconocen a las otras ramificaciones como valederas y llamadas por Dios por Revelación. La gran mayoría de los Santos de los Últimos Días pertenecen al mayor grupo, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, quienes reportan más de 14,5 millones de miembros alrededor del mundo. La segunda denominación de más tamaño es la ecuménica Comunidad de Cristo, quienes reportan 250,000 miembros.

[editar] Críticas

Los mormones se han encontrado con numerosas críticas desde sus comienzos. Es algo que a los mormones les llama la atención, ya que según ellos, otros grupos religiosos no son tan perseguidos. Esta situación resulta paradójica a la iglesia Mormona, ya que no se encuentran publicaciones mormonas en contra de otras creencias o religiones.

Joseph Smith (hijo)


Joseph Smith, Jr.
Joseph Smith, Jr. portrait owned by Joseph Smith III.jpg
Nacimiento 23 de diciembre de 1805
Sharon, Vermont
Bandera de los Estados Unidos Estados Unidos
Fallecimiento 27 de junio de 1844
Carthage, Illinois
Bandera de los Estados Unidos Estados Unidos
Cónyuge Emma Hale Smith Bidamon
Padres Joseph Smith (padre); Lucy Mack Smith
Joseph Smith, Jr. (Sharon, Vermont, Estados Unidos, 23 de diciembre de 1805Carthage, Illinois, Estados Unidos, 27 de junio de 1844) fue el fundador de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos días. Nació en Sharon, estado de Vermont, EEUU, el 23 de Diciembre de 1805. Es hijo de Jospeh Smith y Lucy Mark, siendo el tercero de 9 hijos. Su protagonismo religioso comenzó en la primavera de 1820, cuando afirmó haber recibido la visita de Dios, el eterno padre y su hijo Jesucristo como fruto de la oracion. Algún tiempo después afirmó haber recibido de las manos de un ángel unas planchas de oro que contenían escritura sagrada por antiguos profetas de las Américas. Smith dijo que había traducido la escritura de las planchas de un idioma llamado Egipcio reformado, y en 1830, publicó la traducción como el Libro de Mormón y organizó lo que se asegura es una restauración de la iglesia cristiana primitiva.
Trasladó la iglesia en 1831 desde el oeste de Nueva York a Kirtland, Ohio, Smith atrajo a cientos de conversos, que llegaron a ser llamados Santos de los Últimos Días. Él envió a algunos de ellos a establecer la ciudad santa de "Sión" en el Condado de Jackson, Missouri. En 1833, los colonos de Missouri expulsaron a los santos de Sión, recibiendo numerosos abusos y robos, y sin ningun respaldo gubernamental, Smith encabezó una expedición para recuperar la tierra. Smith fue arrestado más de 40 veces por diversas acusaciones motivadas sus numerosos adversarios, motivados generalmente por diferencias religiosas, aunque nunca fue condenado en ninguna de ellas. Después de trasladarse a la ciudad de Far west, nuevamente fueron expulsados de allí y se establecieron en un recodo del río Misisipi, en Illinois, nombrada "Nauvoo" (vocablo hebreo que significa la hermosa). En 1838. Sin embargo, las tensiones desembocaron nuevamente en hostilidad y nuevamente fueron expulsados de allí. El gobernador Boggs, decretó la llamada ley de exterminio, donde decretó que si algún mormón estaba en el estado podía ser ejecutado. En 1973 el estado de Illinois se disculpó oficialmente con la iglesia por este abuso, y la corte suprema de EEUU, declaró con posterioridad la inconstitucionalidad de tal decreto.
Los seguidores de Smith aceptan sus revelaciones como escritura. Sus enseñanzas son vistas como únicas sobre la naturaleza de la divinidad, la cosmología, las estructuras familiares, la organización política, religiosa y la colectividad. Su legado incluye una serie de confesiones religiosas, que en su conjunto tiene un creciente número de miembros (casi 14 millones en todo el mundo).

El cristianismo

El cristianismo es una religión monoteísta de orígenes semíticos que se basa en el reconocimiento de Jesús de Nazaret como su fundador y figura central. Sus seguidores creen que Jesús es el hijo de Dios, así como el Mesías (o Cristo) profetizado en el Antiguo Testamento, que murió para la redención de los pecados del género humano, y que resucitó tres días después de su muerte.
Dentro de sus textos y escritos sagrados, comparte con el judaísmo el Tanaj, el cual constituye, junto con la Biblia Septuaginta (más antigua que el Tanaj en su forma actual), la base y la fuente para el Antiguo Testamento de las diferentes Biblias. Por este motivo es considerada una religión abrahámica junto con el Judaísmo y con el Islam.
Sus inicios datan de la primera mitad del Siglo I de la Era Cristiana. (Ya desde el siglo XX, algunos estudiosos no toman como fecha incontrovertible el año 33 d.C. para la muerte de Jesucristo. Sugieren que hay un desfase de 4 a 8 años entre el inicio del cómputo de la Era cristiana y la fecha precisa del nacimiento de Jesús de Nazaret, llamado Cristo.[1] Y en adición a esto, no hay clara certeza ni consenso entre estos autores de que éste haya muerto a la edad de 33 años, tal como algunos textos bíblicos parecen mostrar. Confróntese al respecto Jn 2:20, Jn 8:57 y Lc 3:23)[2] En sus primeras décadas, el cristianismo era considerado como una doctrina sectaria más entre las tradiciones judías e israelitas, al igual que otros cuerpos de ideas y creencias de esa parte del mundo.[3] Desde que el cristianismo se convirtió en la religión oficial del Imperio romano en el siglo IV, ha influido de manera significativa en la cultura occidental y en muchas otras. Según un estudio que lleva como fecha el año 2005, habría más de 2.100 millones de cristianos,[4] o cerca de un tercio de la población mundial, siendo la religión con más seguidores del mundo.
La palabra "cristianismo" proviene del griego χριστιανός, christianós, cristiano, la cual a su vez proviene del nombre propio Χριστός, Christós, Cristo, traducción del hebreo "Mesías" que significa "Ungido". El origen del término se indica en el libro de Hechos de los Apóstoles:
«Después de esto, Bernabé fue a Tarso a buscar a Saulo, y cuando lo encontró, lo llevó a Antioquía. Allí estuvieron con la iglesia un año entero, enseñando a mucha gente. Fue en Antioquía donde por primera vez se les dio a los discípulos el nombre de cristianos» Hechos 11:25-26.


Creencias

El criterio generador para basar las creencias se encuentra en la Iglesia, la cual comenzó cuando Jesucristo fundó el cristianismo con la venida del Espíritu Santo en Pentecostés, ungiendo a los apóstoles a los 50 días de haber ascendido a reinar desde la derecha de Dios Padre. Los escritos sagrados, entre los que destaca la Biblia, siendo la principal fuente doctrinal válida de muchas denominaciones, en particular las de corriente protestante.
Otra fuente doctrinal importante son la Tradición apostólica (especialmente para la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa), los concilios y los credos, aunque no poseen necesariamente la unicidad de criterios para su aceptación, ya que pueden ser asumidos total o parcialmente, o rechazados totalmente, dependiendo de la denominación. Algunas tradiciones cristianas, tales como los bautistas y las Iglesias de Cristo, aceptan estas creencias, pero no el credo mismo, debido a que los credos son considerados en estos grupos como no pertenecientes a las escrituras. Todo lo anterior sucede también con otros escritos aunque no poseen tanta aceptación como la Biblia. Sin embargo el catolicismo argumenta que fue gracias a su Tradición apostólica que tuvo los criterios para seleccionar los documentos válidos que constituyen el Nuevo Testamento y denominar los apócrifos , durante el año 397 en el concilio de Cartago. Además la imprenta solo se inventó en el siglo XV en Alemania, por tanto los creyentes no contaban con la biblia para sustentar su doctrina; había muy pocas biblias pues eran escritas manualmente por los monjes durante jornadas de varios años y eran demasiado costosas. Es decir que antes que los cristianos pudieran apoyarse en el Nuevo Testamento, tenían que hacerlo en la Tradición de la Iglesia.
Ya desde los primeros tiempos de difusión de las enseñanzas de Cristo y de las diferentes escuelas que formaron los discípulos suyos al final de su vida y su ministerios históricos, biográficos y humanos,[6] surgieron diferencias muy significativas respecto del papel e importancia de Cristo, de su misión redentora, de su naturaleza, y de su glorificación, y de muy numerosas cuestiones doctrinales referentes a su predicación y enseñanzas, la selección de textos que pudieron haberlas descrito de forma más correcta —el Nuevo Testamento, los llamados Logia (dichos o palabras) de Jesús, o bien, los evangelios y escritos gnósticos y apócrifos—, y la interpretación —textual o contextual— de los cuerpos de textos sagrados.
De hecho, de los doce que, según el testimonio de dos de los llamados Evangelios canónicos, habrían sido investidos como apóstoles de forma original, sólo cinco de ellos dejaron documentos que fueron admitidos en el Canon del Nuevo Testamento, el resto de los doce —incluyendo a Judas Iscariote—, y algunos de los cinco ya antes mencionados, pasaron a la historia como autores de documentos gnósticos, que, al paso de los siglos, dejaron de ser vistos como textos sagrados, llegando a ser tenidos por apócrifos.
Debe tenerse en cuenta que el nombre de cristianos ha sido compartido a través de los siglos, y no siempre de formas muy armónicas, por grupos numerosos de creyentes, cada cual, a su vez llegó a desconocer como cristianos a grupos con posturas dogmáticas concretas distintas de las propias. Dicho de otra forma, cristianos es el nombre común de grupos tan distintos entre sí como los católicos, marcionitas, arrianos, nestorianos, coptos, jacobitas, ortodoxos, cátaros o albigenses, anglicanos, protestantes, veterocatólicos y otros tipos de grupos que reflejan posturas dogmáticas concretas más disímiles.
La Iglesia católica adoptó ese nombre luego que los discípulos liderados por Pedro siguieron las instrucciones de Jesús cuando resucitó: "Vayan y lleven las buenas nuevas a todas las naciones", es decir: "catolisis" según como se narró en griego en los evangelios. O sea que 'católico' es un adjetivo que corresponde al sustantivo 'cristianos'. Se les acostumbró así llamar católicos por su trabajo evangelizador en viajes misioneros de nación en nación.
Los protestantes aparecieron con los reformistas quince siglos después y en los últimos tiempos se han denominado más como 'cristianos'. A través de los siglos, todos estos distintos grupos confesionales, o al menos doctrinales, reivindican a Cristo como su Maestro, Líder, Rey, Señor o Dios, y algunos, así mismo, como su Redentor o Salvador, acogiendo con gusto y todas sus enseñanzas —o cuerpos doctrinales que en su nombre les fueron entregadas—, y dando testimonio de estos hechos de múltiples maneras, que incluyen el dejarse privar de la existencia antes que renegar de su adhesión a él, o bien, de los valores, ideas o creencias de alguna u otra forma vinculadas a él.
Aunque existen enormes diferencias en las creencias entre unos cristianos y otros, la mayoría de las cuales basadas en diferentes interpretaciones de los mensajes bíblicos, aun así es posible plantear afirmaciones generales que describen las doctrinas de una gran mayoría, entre las que destacan: la pasión, muerte y resurrección de Cristo,
Cristo crucificado, de Diego Velázquez.
  • Jesucristo es el Mesías (o Cristo) descrito en el Antiguo Testamento y Nuevo Testamento. Las corrientes principales del cristianismo aseguran que es completamente Dios (o divino) y completamente humano.
  • La "Resurrección General", en la cual las personas que han muerto junto con los que se encontraren vivos para ese momento se levantarán de la muerte al final del tiempo, para ser juzgadas por Jesucristo.
No todos los cristianos han aceptado completamente estos estatutos de fe. De hecho, la mayor parte de los credos apuntan a diferenciar ciertas creencias de otros cristianos primitivos, los cuales son tomados usualmente como heréticos, ya que representan una divergencia consciente de la corriente principal del cristianismo. La mayoría de las disputas se centran en la divinidad de Jesús, la Trinidad, o ambos. Ejemplos de esto incluyen a los grupos ebionitas, los cuales niegan la divinidad de Jesús; los no trinitarios o unitarios, que rechazan el dogma de la Trinidad; los grupos docetistas, que niegan que Cristo haya sido humano; o los arrianos, quienes consideran que el Hijo de Dios es una criatura creada por Dios, pero no Dios mismo, entre otros.

Escrituras

Biblia Vulgata.
Existe dentro del cristianismo una agrupación de libros en lo que se conoce como Biblia, que contiene texto sagrado para su consideración y obediencia. Las distintas denominaciones cristianas varían en cuanto a la forma de traducción e interpretación de dichas escrituras.

Textos

Virtualmente todas las iglesias cristianas aceptan la autoridad de la Biblia, lo cual incluye el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento, si bien el canon bíblico, o libros que se incluyen, difieren entre las diferentes denominaciones, como es el caso del Antiguo Testamento.
Las distintas iglesias cristianas ortodoxas, así como distintas iglesias orientales de dogma nestoriano y eutiquiano, y la iglesia católica latina occidental, incluyen en sus Biblias otros libros llamados los deuterocanónicos, que las comunidades cristianas primitivas habían recibido en la Biblia Septuaginta, bastante más extensa que el Tanaj judío hebreo-arameo, de las comunidades israelitas de habla griega de todo el Mundo Clásico.
Debido a la ignorancia de algunos de los padres de la iglesia de esta transferencia cultural, la iglesia occidental mantuvo una postura bastante reservada hacia estos escritos, los deuterocanónicos, durante algunos Siglos (Siglos III al V). Pero ratificó su pertenencia al canon de la Biblia en los Concilios II de Roma (382), III de Hipona (393), III de Cartago (397) y IV de Cartago (419).
Durante la Reforma protestante del Siglo XVI, Lutero decidió que no eran inspirados, y retomó el Tanaj como su fundamento para el canon del Antiguo Testamento. En medio del debate suscitado, la iglesia occidental ratificó la decisión de recibirlos como parte del canon durante los trabajos del Concilio de Trento (1546).
Las distintas iglesias cristianas ortodoxas, nestorianas de Oriente y eutiquianas de África, reivindican posturas bastante más eclécticas; pues asumen posturas de padres de la iglesia junto a las decisiones conciliares tempranas de la iglesia latina occidental. A causa de lo cual, el canon de sus Biblias es bastante más amplio que el canon de la iglesia latina occidental, e incluye el Salmo 151, la Oración de Manasés, el Libro III de Esdras y el Libro III de los Macabeos. (Además de éstos, el Libro IV de Esdras y el Libro IV de los Macabeos figuran, así mismo, en muchas importantes versiones y ediciones de la Biblia.)
Cada grupo cristiano suele llamar apócrifos a todos los escritos no incluidos en su versión del canon, si bien las diferentes confesiones dentro del cristianismo coinciden en el uso de este término para hacer referencia a los textos excluidos del canon de las Biblias cristianas ortodoxas. Solamente la iglesia latina, y algunos protestantes respetuosos, llaman deuterocanónicos a los libros católicos ausentes de las Biblias protestantes. Las iglesias de Oriente rechazan de manera terminante el uso occidental de distinguir los libros propios del canon amplio, de los protocanónicos comunes a todos los cristianos.
Algunos grupos cristianos también han generado escrituras adicionales y son consideradas como escritura "inspirada". Ejemplos muy conocidos incluyen los escritos de Ellen G. White, teóloga y doctora de la Iglesia Adventista del Séptimo Día; el Libro de Mormón, adscrito a Jesucristo como otro Testamento, Doctrina y Convenios, y La Perla de Gran Precio, empleados por la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días; o las escrituras de Mary Baker Eddy, teórica y fundadora de la Ciencia Cristiana.
Otros, como los Testigos de Jehová, han producido sus propias traducciones de la Biblia en los que se asegura que son la única traducción totalmente confiable. Esta elevación de otras escrituras al mismo nivel de las escrituras aceptadas es la mayor causa de disputas entre estos grupos y las principales corrientes cristianas. Se podría esperar que los luteranos y los calvinistas considerasen las interpretaciones de Lutero y Calvino respectivamente con similar reverencia, pero no es así; de hecho la mayoría de los teólogos católicos y protestantes están de acuerdo que no son de ninguna forma "inspirados".
El grado de sacralidad de los textos bíblicos varía entre las distintas denominaciones. En el catolicismo y la iglesia ortodoxa, el texto suele ser considerado per se digno de algún grado de culto, y es llevado en procesión y colocado en altares o lugares dignificados. En el protestantismo, el texto carece de este tipo de valoración y sólo es tomado en cuenta, en forma independiente al libro físico, el contenido de las escrituras y su interpretación; sin embargo son denominados como 'fundamentalistas' debido a concentrarse y referirse a la biblia como si ésta fuera Dios mismo.

Los protestantes

El término protestante es utilizado para referirse tanto a los grupos que se separaron de la Iglesia Católica Romana con la Reforma Protestante del siglo XVI como a los desarrollos teológicos particulares de los reformadores y las iglesias resultantes. El nombre "protestantes" se comienza a utilizar hacia los partidarios de las ideas luteranas de la Reforma en Alemania a raíz de su protesta y resistencia a los edictos imperiales que intentaban buscar la uniformidad religiosa de Alemania. La doctrina protestante gira en torno a la idea de que sólo la Biblia es la única autoridad en materia de fe para la Iglesia y en la necesidad absoluta de la gracia de Dios para que el hombre, mediante la sola fe en Cristo y el Evangelio, pueda ser salvado por Dios en un acto de conversión interior. También defiende las doctrinas de la absoluta depravación del hombre y su necesidad total de Dios, la sola mediación de Cristo, la sacramentalidad única del bautismo y cena del Señor (cuando no son percibidos como símbolos), la concepción de las obras buenas como fruto de la fe. Se rechaza la autoridad del papado, las indulgencias, el purgatorio, el sacrificio incruento de la misa, la devoción a los santos, la intercesión de los santos difuntos, etc...
Debido a la diversidad de grupos que se sumaron al protestantismo y sus diferencias doctrinales, el mismo no se corresponde con el modelo de una sola iglesia ni una doctrina homogénea. A pesar de las coincidencias originales expresadas principalmente en las Cinco Solas, aún en sus orígenes, no se podría hablar de un movimiento sólidamente uniforme en este aspecto. El protestantismo habitualmente se expresa en tres tipos de movimientos o congregaciones:
  • 1. Aquel que se corresponde a iglesias históricas de carácter nacional: anglicanismo en el Reino Unido y el ámbito de sus ex colonias, luteranismo en Alemania y Escandinavia, iglesias calvinistas (reformados y presbiterianos) en Suiza, Holanda y Escocia. Las iglesias metodistas y algunas bautistas, aunque sin carácter nacional, son consideradas iglesias históricas.
  • 2. Aquel que se corresponde a iglesias de carácter congregacional (congregacionalismo, puritanismo...), iglesias anabaptistas (menonitas, hermanos) y bautistas e iglesias evangélicas tradicionales de carácter libre y generalmente calvinistas, aunque anabaptistas. Generalmente se las ha llamado iglesias de la segunda reforma.
  • 3. Aquel que se corresponde a movimientos evangélicos, pentecostales o carismáticos surgidos de diversas iglesias protestantes o sin continuidad histórica.
Popularmente también se suele denominar protestantes a las iglesias y creencias de ciertos grupos que aún surgiendo del protestantismo rompieron con la teología tradicional del cristianismo y con la teología particular del protestantismo. Estos son: los Testigos de Jehová, los mormones y otras comunidades heterodoxas que, aún considerándose ellos mismos sólo cristianos y no protestantes, sí son percibidos como protestantes por algunas personas (principalmente por los católicos), aunque curiosamente no cristianos por otras (principalmente por los demás cristianos; es decir, por lo que no son católicos, mormones o testigos de Jehová).

Precursores Juan Hus, John Wycliffe
Iniciadores Martín Lutero, Juan Calvino, Ulrico Zuinglio, Thomas Cranmer, John Knox, William Tyndale, Thomas Müntzer
Tipo Cristiano